cartel-Onna-ga-kaidan-wo-agaru-toki

1960
Director: Mikio Naruse.
Guión: Ryûzô Kikushima.
Actores: Hideko Takamine, Tatsuya Nakadai, Masayuki Mori.

¿Por qué? Con esta película doy fin a este pequeño ciclo que inicié por consejo de Ricardo, otro cinéfilo de pro, sobre el director japonés Mikio Naruse: El diario de una mujer errante, La canción de la Montaña, Relámpago, Nubes dispersas y Crisantemos tardíos.

¿De qué? De todas las películas de la serie esta es, quizás, la que mejor resume su temática. Hideko Takamine interpreta a una viuda que vivió tiempos mejores con un marido del que, seguramente, estuvo enamorada. Ahora se gana la vida en los bares como acompañante de adinerados empresarios. Dificultades económicas y un oficio cercano a la prostitución, a Takamine se le ofrecen diversos caminos para salir adelante pero casi todos suponen renunciar a sus ilusiones o a sus principios.

¿Merece la pena? Ya me he referido anteriormente al tópico según el cual todos los directores japoneses (y homosexuales) se caracterizan por una «fina sensibilidad». Naruse encaja perfectamente en este esquema. Su cine es sencillo, pausado, naturalista. Como pasa a menudo en los grandes autores la misma historia se repite una y otra vez. Es la historia la mujer sola, de la que no tiene un hombre que la proteja. Su juventud es breve, su belleza, efímera. Keiko es una acompañante de lujo, una especie de mujer-modelo que se acicala para un grupo selecto de clientes adinerados. La propia profesión le exige, a su vez, mantener un nivel de vida costoso. Las conversaciones sobre dinero son frecuentes en el cine de Naruse. Sus historias suelen quedar abiertas, inacabadas. En conjunto Naruse resulta ser un director interesante que merece la pena conocer. No estoy seguro de que sea, como dice Ricardo, mi director japonés favorito. Pero su cine está lleno de heroínas de la clase trabajadora. Mujeres delicadas, sensibles, cuya vida sería mucho más fácil si carecieran de principios. Nubes dispersas y ésta son sus películas que más me han gustado.

¿Te gustó? no lo guardes solo para tí.

2 Replies to “Onna ga kaidan wo agaru toki”

  1. Yo tampoco estoy seguro de que sea mi director japonés favorito. Pero hubo un tiempo en que el canon japone se reducía a Ozu, Mizoguchi y Kurosawa y poco a poco hemos aprendido de que existen otros grandes creadores, como Naruse, que a mí me desarma.

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