cartel-Stories-we-tell

2013
Directora: Sarah Polley.
Entrevistados.  Los Polley: Joanna, Michael, Mark, Sarah.  Los Buchan: John y Susy.  Y también Harry Gulkin y la actriz Rebecca Jenkins.

¿Por qué? Sarah Polley es una vieja conocida.  Una actriz canadiense que ha participado a un tiempo en proyectos independientes y comerciales.  Ha trabajado para Atom Egoyan y para Zack Snyder, para Terry Gilliam e Isabel Coixet.   Ahora parece querer dar el salto a la dirección.  Los actores que se han metido a directores no han alcanzado mucho renombre pero, en mi opinión, no lo han hecho del todo mal.  Ahí está el Dancing with wolves de Kevin Kostner, o el Apocalipto de Mel Gibson.  O la comedia Keeping the faith de Edward Norton.

¿De qué? Uno de los aciertos de esta historia es el modo gradual en que se va desvelando.  No hay mucho que pueda contar sin estropear esta virtud.  Digamos que trata de miembros de una familia que hablan de una actriz, de una madre que ya murió.  De su personalidad, su vitalidad y alegría.  Vemos imagenes en super-8 de aquella mujer y de los entrevistados en una época remota hacia los años 70.   Con el paso del tiempo vamos descubriendo secretos que esa mujer dejó escondidos, y vamos asignando a cada uno de los entrevistados en su papel.

¿Merece la pena? Esta historia que Sarah Polley podría haber contado sentada en un plató de televisión frente a algún presentador popular, nos la cuenta como directora con los medios de expresión del cine.  Es una historia banal, un cotilleo familiar, las memorias, las visiones de cada uno de los miembros de la familia.  Es una película bien hecha que acierta a revelar la información en pequeñas dosis. También llama mi atención como Polley ilustra los recuerdos con imágenes que simulan estar grabadas en Super8.  Logra crear un equilibrio entre la poesía, la meditación y lo personal que ha gustado a los críticos.  No seré yo quien los desdiga, pero aviso que es una película para personas con un cierto tipo de sensibilidad.  Sarah Polley, como directora, parece haber aprendido algo del estilo meditabundo, melancólico, de Isabel Coixet, con quien trabajara en Mi vida sin mí.

Sitio oficial.
Críticas en Rottentomatoes.

¿Te gustó? no lo guardes solo para tí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *