2012
Guión y dirección: Ritesh Batra.
Actores: Irrfan Khan, Nimrat Kaur, Nawazuddin Siddiqui.
¿Por qué hablo de ella? Debe ser difícil llamarse experto en cine indio dado que su producción anual duplica a la de los EE.UU., unos 800 filmes al año. En lo poco que llevo, unas 20 películas, podría compararse al cine de los años 60-70; son largas (a menudo incluyen un intermedio) y están llenas de números musicales. La producción es pobre en efectos especiales pero rica en figurantes y extras. Y las historias… mañana hablaré de una que se parece a Butch Cassidy and the Sundance Kid (Dos hombres y un destino fue su título español). También tienen su propia versión del The Godfader. Su estilo… el único adjetivo que me viene a la cabeza es estridente. Pese a todo esto no puede ignorarse que su público es amplio y sus producciones cada vez más importantes. No descarto que acaben entrando en el mercado internacional, y esta película podría ser un primer paso. Tiene lo necesario para gustar al espectador europeo, es diferente, literaria. Además, aparece ese sereno actor -Irrfan Khan- que interpretó Life of Pi.
¿De qué? En la enorme ciudad de Bombay una red de porteadores lleva cada día miles de fiambreras con comida reciente desde las casas familiares hasta los grandes centros de trabajo. Una de esas fiambreras sale cada día de la casa de Illa y le llega a un hombre que no conoce. Illa intenta varias veces corregir el envío pero los porteadores insisten en que no es un error y, de algún modo, están en lo cierto.
¿Merece la pena? Habla de dos solitarios (y un personaje secundario) que establecen un vínculo epistolar en el entorno de una gran ciudad populosa e indiferente. Una película nada estridente, sin números musicales, llena de silencios y palabras en off. Los protagonistas y la película son hermosos, tienen la belleza interior de los actores antiguos, el tipo de belleza que solo ve quien mira atentamente. Muy accesible para un espectador occidental, es sentimental sin resultar empalagosa. Yo mismo le hubiera dado una calificación más alta si no me hubiera sabido a poco. La ciudad de Bombai ofrece un fondo exótico a esta conexión entre extraños pero no me cuesta imaginar momentos parecidos entre personas que se conocen hoy por internet. Al fin y al cabo, el anonimato es el pasaporte de la sinceridad. Al fin y al cabo, los desconocidos siempre resultan prometedores.
Sitio oficial.
Críticas en Rottentomatoes.
Tiene buena pinta, por las cosas que dices. Estoy seguro de que esas 800 películas, el 90% por ciento debe ser para consumo local (bueno, local, y de las numerosas colonias de indios repartidas por el mundo), pero algo debe de haber bueno. Por otro lado, India tiene clásicos siempre a descubrir, y Satyajit Ray, claro, que es de tamaño gigante.
La película te gustará pero quedé con la impresión de que podía haber sido aún mejor.
No es representativa del cine indio que se hace hoy. El cine mayoritario hay que tomárselo con una mentalidad abierta y mucho humor porque, como digo, es muy estridente.
A ver si encuentro tiempo para hablar de "Gunday".