1933
Director: Frank Capra.
Guión: Edward E. Paramore, según una historia de Grace Zaring Stone.
Actores: Barbara Stanwick, Nils Ashter, Toshia Mori.
¿Por qué hablo de ella? Porque me la recomendó con entusiasmo otro cinéfilo de pro, Ricardo, en su bitácora. Dice que es una obra maestra.
¿De qué va? Una americana idealista se propone casarse con un misionero que trabaja en China, un país asolado por las guerras civiles. Pero ambos se ven separados por un tumulto y ella acaba en manos de uno de los señores de la Guerra en la región, el enigmático General Yen.
¿Merece la pena? No es el Frank Capra americano de «¡Qué bello es vivir!» o «Meet Jon Doe», es el Capra aventurero y exótico de «Lost Horizon». Una película algo insólita en este director y un interesante encuentro. Las escenas multitudinarias aparecen al principio de la película en una ambientación caótica pero muy lograda y llena de encanto. Luego la historia se desplaza al lujoso palacio del General Yen, un entorno aislado (como el monasterio de «Lost Horizon») donde el complejo Yen y la sencilla Megan Davis se enfrentan en intensas conversaciones sobre amor y moral. Megan Davis es Barbara Stanwick, una actriz imprescindible del cine clásico. Sin embargo, esta no es una de sus mejores interpretaciones, posiblemente por su juventud y por una belleza aún poco depurada. Mucho más interesante es el actor sueco Nils Asther, que interpreta a Yen. No conocía a este actor pero hace un trabajo extraño y magnífico, aunque marcado por el hecho de que es, obviamente, un occidental maquillado. No sé si comparto el entusiasmo de mi amigo Richie pero es una película llena de atmosfera. El enfrentamiento entre culturas no es ingenuo y el drama final demuestra un gran estilo cinematográfico. Es una buena película para un cinéfilo.
The Bitter Tea of General Yen, de Frank Capra.
