1998
Guión y dirección : Hirozaku Koreeda.
Actores: Arata Iura, Erika Oda, Susumu Terajima, Kyôko Kagawa, Takashi Naitô.
¿Por qué habló de ella? Veo esta película por segunda vez, lo que ya debe dar una idea de que tiene algo. Y, sin embargo, ese «algo» es difícil de explicar ya que no se parece a ninguna otra película que yo recuerde. Tal vez, a aquella antigua película inglesa A matter of life and death, de los directores Emerith y Pressburger. Que, por cierto, es también una obra maestra que harán muy bien en ver.
¿De qué va? Un grupo de almas que acaban de morir llegan a una monótona instalación donde se les explica que tienen una semana para repasar su vida y elegir su momento más feliz. Una vez hecho esto, los trabajadores de ese lugar lo recrearán en un estudio de cine con el mayor detalle posible y lo proyectarán en una pantalla. Luego, entrarán en un lugar eterno portando solo este recuerdo. ¿Qué les parece?
¿Merece la pena? Como suele ocurrir con las mejores películas el encanto de esta es inexplicable. Empezamos a ver personas de diferentes edades que nos cuentan momentos de su vida que son, para ellos, significativos. Son individuos sin importancia pero que sienten y padecen como los demás. Escuchándolos, nuestra mente empieza a volar y a reflexionar sobre la Vida, sobre su significado, sus accidentes… las palabras van creando imágenes como lo haría un poema. La película es lenta, esa es la verdad, pero es muy probable que cada espectador llene los espacios vacíos pensando en sí mismo.
Este es el mérito de la película, la originalidad de su planteamiento, la profundidad de las reflexiones que suscita. Una película reflexiva y poética que sigue con nosotros cuando ha terminado su proyección.
Críticas en Rottentomatoes.
